Ir al contenido principal

Las historias se acaban

Ya estoy cansado, mis dedos se acalambraron de tanto escribir, escribir despedidas. Es tarde y me refiero al tiempo, a mi alma. 

Es como si me hubiera mantenido dormido entre tanta confusión, acostado junto al peligro.

Ayer vi a mamá reírse después de tanto tiempo, no recordaba cuán hermosos eran sus dientes blancos y esos divinos hoyuelos que se forman en sus mejillas, eso es lo que me dio el valor que necesito para saltar al cielo y volar, volar muy lejos.

Desperté y como cada día, es complicado hasta respirar, el aire quema y la húmeda mañana me incomoda, tanto como el sonido de mi respiración.
Me pregunto si alguien me recordará, si acaso alguien notará mi ausencia.

Estoy harto de levantarme y mirarme en ese mismo agujero negro ocultándome de mi propio sentir.

He decidido viajar en el tiempo y tengo la esperanza de que mis grandes miedos se queden detrás de mí en este largo camino. Ya no quiero lidiar con esto, voy a enterrar los fantasmas que me desgarran al pensar.

Cobarde decisión se proclama al desborde de mis lágrimas, aliento alcohólico que arrebata mi inseguridad y comienza... me estoy marchando.

Mis venas revientan, mi corazón explota y se desborda mi alma en ellas, mi espíritu escapa aliviado. Mis ojos se cierran lentamente. Es el adiós que se anuncia en silencio.

Sé que es inadecuado. Sé que no es una solución pero ya no hay nada más. Ya está hecho. Es tiempo de hacer frente a la realidad.

Por fin terminó.

Comentarios

  1. Claudia

    Buenas tardes, leer tus textos me llevan a un sitio nuevo donde sólo existo con tus letras.
    Tienes esa maravillosa magia de mandarme a nuevos lugares.

    Excelente texto.

    Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...