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Mostrando entradas de septiembre, 2016

Pasa la vida y no hay respuestas.

Foto: Israel Sundseth Se terminó. Sin más una mañana al despertar, sólo sentía el hueco en el corazón, habían preguntas, teorías descartadas. No podía recordar nada, pero sabía que ver el amanecer, el cielo rosado y el frío erizando mi piel me causaban recuerdos de lo inexistente. Está ahí, lo sé, pero ya no puedo verlo, es como si hubieran ultrajado mi memoria, arrancándome las memorias de aquella historia que solía sellarse con un "para siempre". Pero las palabras ya no sirven, sobrenombres endulzados recorren detrás de mis orejas, el cosquilleo de unas huellas ajenas. Ese aroma extraño me causa impaciencia y en mis labios quedó un sabor a engañó, ese que es complicado distraer frente a la novedad. Hay suspenso porque nada de lo que veo reconozco. El tiempo no  transmite nada. Sólo hiere, distrayéndome del futuro y me pierdo. Es tarde para nuestro amor, para contarnos historias casuales mientras reímos de camino a casa. Se acaban las oportunidades de manten

Vehemente

Foto: Jairo Alzate Mi mano entre sus piernas. Su lengua rondando por mi cuello.  Era la distancia que nos había mantenido constantes, esperando el fulgor del cielo cuando nuestros labios pudieran unirse nuevamente.  La noche se sorprendería al escuchar nuestras respiraciones en unísono. La tormenta nos robaba un poco de tranquilidad mientras mi cadera espera ansiosa ser la protagonista.  Dulce peligro de madrugada, sus manos desatadas, posesivas ante mi piel desnuda y mis sentimientos deslumbrantes. Mis brazos delicados moribundos por el choque eléctrico que sus huellas causan al correr alteradas. Traza despacio las líneas que lo llevan al centro de mi ser, como una contraseña aleatoria que mágicamente siempre atina el lugar correcto. Es mi cabello que pierde la estabilidad, que vuela como si tuviera vida misma y pareciera que no le interesa desafiarlo.  Son mis muslos que se mantienen inmersos en tanto amor, el calor que desprende ese ser y el aroma a fresas que emane

¿Quieres pasar tu vida junto a mí?

Me enamoré... No sé exactamente el día, mucho menos la hora. Sólo recuerdo el el frío intenso que entro a mi cuerpo al mirar sus enormes y brillantes ojos. No lo creía, justo como una fantasía. Me volví loca al ver que yo era la causa de esa sonrisa estelar. Tenía miedo de verme fuera de lo común, solía ser tan lejano, tan imposible. Foto: Nicole Harrington Hoy me di cuenta que al percibir su aroma, causa el mismo efecto del primer día, esas ganas intensas de abrazarle besando sus labios por horas enteras. Eres parte de mi vida, por no decir mi vida entera. Eres la dulce sensación de amor eterno, los deseos de tener mas aire para poder darte el bienestar infinito. Quiero tocar tu boca como jamas nadie los tocó, quiero llevarte al cielo tomado de mi mano, y acariciarte lentamente con estos dedos tibios e inquietos. Quiero morir de alegría y orgullo, quiero saber que estarás a mi lado cuando me