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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Perdóname

Foto: Jeremy Cai Estuve meditando acerca de los meses pasados, lo lamento, al fin pude ver mis errores, finalmente concebí cómo fue que me lancé al precipicio. Las noches a tu lado eran sinceramente mágicas, llenas de amor. Sigo soñando que eres el amor de mi vida, sigo pensando que me encuentro en los brazos equivocados. Nunca lo dije: Perdóname, por herirte, pues hoy me doy cuenta que eres lo que más amo, lo más anhelo observar al despertar pero mi realidad confusa me hizo creer que el camino correcto, era el que elegí. Todas las noches percibo tu rostro, ese aroma fresco y el sabor a menta de tus labios, me pregunto dónde y con quién estarás, si acaso te cuidan como yo. No sé en qué momento me trague esas dudas de estar o no a tu lado, la realidad es que no había motivos para huir, sólo era una de aquellas tormentas pasajeras que juntos podríamos superar, sin embargo, me rendí. Y no solo me rendí, si no encontré alguien que pensaba podría ocupar el enorme espacio que habi

Te quiero

​ Te quiero para mis momentos lúcidos, para que en las mañanas frías tengamos donde acurrucarnos y esconder al tiempo marchito en el pecho  para deshacerlo al amanecer con las caricias o desmoronarlo con la desesperación de besarnos cada que encontremos oportunidad. Deseo encontrarte en mi más profundo pensamiento, para que percibas el cosquilleo de mi alma inquieta provocado por mis deseos de seguir escribiendo o imaginarte mientras duermo. Foto: Zac Minor Me mantengo fuerte ante la orilla del abismo, mis huellas apenas comienzan a notarse y no te miento, aún temo cuando pienso en el futuro. Sigo esperando que empiece a nevar, dicen que cuando el cielo se descongela los recuerdos se van para siempre. Así se camina más fácil, sin tanto peso en la conciencia, con la tranquilidad de la novedad y la paciencia que sería capaz de mantenerte frente a tu inestabilidad.  Si bien no es un buen indicio de lo que desearía crear a tu lado, puedo esperar y calmar mis ansias

Y no, ya no guardo rencor.

​ Me di la oportunidad de despertar en una realidad diferente, los días cambian, el frío llega pero el calor en mi alma se mantiene. Anoche no soñé, me dediqué a disfrutar el mágico prefacio de esta aventura, no sé a dónde me dirijo, no me interesa mucho la dirección, quiero hacer de cuenta que floto en las nubes como cuando era una adolescente, ilusionada por la innovación de mis propósitos. Ayer, mientras me dedicaba a concluir lo que serían mis recuerdos, pensé en el pasado, pensé en aquel que hirió mi alma, al fin pude perdonar. Hace unas cuantas semanas aún no lograba discernir el porque la desproporción  de la conclusión individualista, hoy lo entiendo, al fin las respuestas llegaron a sanar las heridas. Y no, ya no guardo rencor. Es tan ilógico y aventurado encontrarme tan ilusionada, tengo tanto miedo. Sin embargo, son mis experiencias previas las que me aseguran que el miedo paraliza y esta mañana no deseo verme pausada por la multitud de ideas, quiero

Sólo amigos

​ Y ahí estás de nuevo, con ese cabello negro y yo pensando aún en cómo desenredare mis dedos de tus rizos pronunciados, ahí estás con la sonrisa mágica tan blanca como la ilusión de tus historias. Me gustaría tanto ser la musa que tan desesperadamente buscas, daría todo por plasmarte mis labios traviesos que han sufrido tanto por conocer el sabor de tu piel. Hace algunos años, cuando cruzamos la primer palabra, hubiera jurado que eras para mí , que mi palpitar intenso era compartido y tus contestaciones temblorosas eran la más sincera demostración del amor a primera vista.  Era mágico el poder estar junto a ti, conociendo los espacios más recónditos de tu cerebro inquieto impregnado del espíritu musical, sentados ante la brisa fría, después de todas las noches de aquellas canciones que me cantabas, de los secretos. Me enterraste en la idea de esperar el día de ser algo más, sin embargo, eso nunca sucedió. ¿En qué momento me confundí? ¿En qué momento deje de reí