Te quiero para mis momentos lúcidos, para que en las mañanas frías tengamos donde acurrucarnos y esconder al tiempo marchito en el pecho para deshacerlo al amanecer con las caricias o desmoronarlo con la desesperación de besarnos cada que encontremos oportunidad.
Deseo encontrarte en mi más profundo pensamiento, para que percibas el cosquilleo de mi alma inquieta provocado por mis deseos de seguir escribiendo o imaginarte mientras duermo.
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| Foto: Zac Minor |
Sigo esperando que empiece a nevar, dicen que cuando el cielo se descongela los recuerdos se van para siempre. Así se camina más fácil, sin tanto peso en la conciencia, con la tranquilidad de la novedad y la paciencia que sería capaz de mantenerte frente a tu inestabilidad.
Si bien no es un buen indicio de lo que desearía crear a tu lado, puedo esperar y calmar mis ansias de amar.
No quiero salvarte, quiero ayudarte a crear un porvenir mas prometedor, tengo ese capricho tenaz de hacerte sonreír y sólo así seas tú quién decida arraigarte en el centro de mi ser, sin pretensiones. Simplemente soy aquella soñadora que te espera cada día.
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