Te vi ahí, tus hermosos ojos jugando con mi atención desvariando ante esa dulce sonrisa, no he comprendido aún por qué deseaba tanto conocer más de ti, sólo entiendo que he perdido la razón esperando una muestra de interés, no llegará jamás. Estás hundido en los pensamientos mezquinos, los cuales anhelaba no nos dañaran tanto al inicio de nuestro cuento de amor. Amor mediocre. Quiero confesarte que no he probado labios más perfectos que los tuyos y no, no exagero, podía decírtelo de frente pero ya no tendría ningún caso el seguir detrás de ti, esto no me llevará a ningún lugar. Me venciste, te seguí a ese túnel oscuro sin destino, aquí me encuentro, escuchando las pocas frases que eres capaz de regalarme y está lloviendo, no me proteges, esto no te interesa. Sigo alimentando mis ganas de besarte otra vez, no quiero que te quedes, sólo mantente aquí hasta que me sienta lista para arrancarte. No eres el amor que soñé, pero sabes de la misma forma, así que quiero ...
Son esas cosas que no se pueden decir en voz alta.