Ir al contenido principal

El día de los muertos.

Te iré a visitar por la noche. Llevaré nuestros recuerdos más preciados en la maleta. Son solo un par de días los que tengo para volver a verte de lejos.

Me gustaría que supieras que no te olvido. Que te mantienes intacta en mis pensamientos a cada instante y que el tiempo aquí, no pasa. No sé siente.

Es como si hubiéramos congelado el último abrazo.
Escucho tu risa tan real y siento la piel de tus manos recorriendo mi frente, percibo tan real aquél beso.

Aquí no hay ansiedad ni miedo. Deseo tanto que pudiéramos compartirlo, sin embargo también deseo que sigas con tus asuntos pendientes.

Este lugar es mágico puedes recordar cada cosa  como si fuera un programa de televisión, 
de aquellas  que no nos dejaban dormir hasta terminar. 
No te extraño, tengo conmigo tus mejores momentos. 
Puedo ir y venir entre ellos sin ninguna restricción.

Ahora tengo dos noches para dormir junto a ti, para sentir tu amor como solía sentirlo  aun cuando te encontrabas en  la otra habitación. 

Y sé que piensas en mí. Me gusta que sonrías inmediatamente después del suceso.

Tengo tantas cosas que contarte justo como antes cuando llegabas de un largo día. Hay tantas historias interesantes de las cuales me gustaría escuchar tu opinión. Y aun cuando sé que no la tendré hasta el día que nos reencontremos, quiero que la tranquilidad invada tus días mientras sueñes conmigo y así despiertes con más ganas de vivir.
Por ti. Por mi. Por los dos.

Dos días contigo. Dos días de regreso al mundo de los vivos.

Fotografía: Iván Díaz / Unsplash

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...