Ir al contenido principal

Andrés

Andrés...

Sus ojos bonitos me inspiraron por la mañana, 
desperté lentamente pues tenía miedo de encontrarme con un hermoso sueño.
Fue cuando tus labios volvieron a acariciarme al culminar mi descanso, 
expulsándonos en nuestra realidad perfecta. 

Casi no puedo creer que al fin tuve una gran oportunidad.
Y que ya estás aquí, para mí.

Te encontré en el momento justo, 
cuando apenas me había rendido ante la búsqueda llena de fracasos.
Me topé con tu maravillosa presencia en aquella mañana lluviosa 
No quería alegar que todo fuera tan fascinante y perfecto.
Esas historias suelen quebrarse justo en mis manos.

Sin embargo, hoy me encuentro segura que regresarás a mi hogar 
y podré dormir con tu majestuosidad una noche más.
 Me acurrucaré en tu pecho cálido 
mientras tus dedos inquietos acarician mi espíritu.

Mientras tanto, volveré a aferrarme a tu espalda para asegurarme 
que no te escabullas por la madrugada.
Escucharé las historias más tristes para que cuando sea la hora de verte otra vez, 
todo cambie de color. Admiro tu talento para lograr que todo esté bien.
Durante la tarde admiraré tu pulcra sonrisa 
seguido de estudiar a detalle tus frases de pensador moderno 
que tanto me impacientan.

Y para cuando la noche nos secuestre nuevamente, 
ahuyentare a tus fantasmas con mis besos ardientes.
Recorreré cada uno de tus sueños para colarme entre ellos. 
No querrás irte. 
Desearás tanto como yo, 
que esto jamás termine.

Ya no hay nadie después de ti.

Photo by Becca Tapert

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...