Ir al contenido principal

Mi vida después de ti

Fotografía: Silvestri Matteo
Abrí los ojos, es un día más. ¿Que pasó ayer? ¿Sigo atrapado en el sueño?.
Para ser sincero no sé en qué mes nos encontramos aunque pareciera que no han pasado muchos días después de la noche más triste de mi vida.

Estoy repasando aquel  episodio todo el tiempo, minuto a minuto siento como todo mi cuerpo se atrofia, vuelvo a sentir tu piel helada mientras te abrazo por última vez.  Y todo es tan difícil, todo duele tan profundo. Me siento tan débil que ni siquiera puedo ir a buscarte, no sé cómo. Yo no encuentro la forma.

No sé cuántos días llevo sin comer, perdí la cuenta. Y cuando por accidente el sol toca mis ojos, me deja ciego y comienza de nuevo. Estas en el suelo, tan triste, tan herida. Pero ya no puedo hacer nada, por más que me esfuerce, la  intensidad de mis lamentos no te harán regresar.

Te voy a echar de menos y sentiré que muero despacio cada mañana esperando escuchar tu sonrisa al despertar. Voy a recordar tu locura y tus besos, extrañando las miles de oportunidades que me diste para cambiar la historia, voy a añorar lo que solía ser cuando estaba contigo.

Me acordaré cada segundo pero no iré a buscarte porque no lo merezco, porque soy un cobarde. Mi castigo será vivir con la imagen de tus ojitos abiertos y el dolor indescriptible de obligarme a  aceptar que decidiste partir.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...