Ir al contenido principal

Óbito

Sólo quiero pasear contigo, tomar tu mano y reír hasta quedarnos sin respiración.
Quiero que lleguemos a las reuniones presentándonos como seres humanos y no con ridículas etiquetas. Quiero estar por el simple hecho de querer estar.
Esperaría que sigas siendo tú aún cuando estamos solos y nos volvemos uno.
Todo este tiempo juntos, fue increíble encontrarte cuando en verdad deseaba hacerlo, placentera coincidencia tener tanto en común. Aun no entiendo por que quieres que todo esto se rompa.
Me ha sido difícil comprender por qué preguntas hacía dónde nos dirigimos. La verdad es que esto no tiene una dirección. Llegue a sentirme orgullosa por eso. 
Lamento no querer pensar en un futuro contigo, o esperar sentir  desesperación por un mensaje tuyo. Por no celarte y volverme loca cuando no estás. Porque nunca serás una necesidad.
Me apena no reclamarte tiempo,o esperar al fin de semana para estar obligada a cumplir 
con mis obligaciones como tu "novia digna". Por que posiblemente nunca me acerque a esa mujer que quieres para ti.
Simplemente no quiero estar contigo para tener con quién retratar el bello momento presumiéndole al mundo mi deslumbrante felicidad. No quiero ser patética, ya no quiero.
Te quiero aquí, consiente y libre, te quiero inquieto y desordenado. Te quiero cuando seas para mi. Te quiero cuando entiendas que habrán días en los que no me encuentre y aún así, tu pecho esté tranquilo por mi lealtad. Te quiero sincero y autónomo. Creativo y despreocupado.
Y no, no seguiré robando tu valioso tiempo y seré clara: No busco una opción, tampoco quiero serla. Deseo amar libremente, sin saber siquiera si ese concepto exista.
Ódiame, muere ahora y no mañana que hayamos desperdiciado años valiosos de nuestras vidas por no tener el valor de decir: No.

Foto: Toa Heftiba

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...