Dos años de tu partida, sigo contando los días, las horas y la herida sigue fresca.
Tengo una colección de corazones en el cajón de mi buró, no he encontrado la solución a extrañarte. Quisiera que no me importaras, quisiera el tiempo borraras.
Tengo una colección de corazones en el cajón de mi buró, no he encontrado la solución a extrañarte. Quisiera que no me importaras, quisiera el tiempo borraras.
Nada llena. Nadie logra ocupar tu espacio.
Mi cabeza sigue divagando en preguntas que pensé otras
responderían. La ilusa idea de que un día te podrías dar cuenta del error que
cometiste, lo sigo esperando. ¿Acaso no sabes cómo encontrarme? He buscado ser lo
suficientemente visible para que sepas en donde hallarme, he logrado tanto y he
perdido mucho mas de lo que solía ser. No es posible que aún nada se compare con tu simple compañía. No razono que me dejaras de lado sin titubear.
¿Cuándo llegará mi oportunidad? ¿Cuándo dejaré de divagar? Sigo vivo, no tiene sentido. Sigo de pie aunque nada bien, lo sé.
Ya no quedan restos de mi esencia.
Por las noches, la ansiedad
consume mis ojos. Me desespera y agota tu recuerdo.
Estoy esperando curarme del miedo que dejaste tras de ti. ¡Ya basta! Ya quiero mi vida de regreso. Busco impacientemente ya no fingir. Ya no quiero seguir inmerso en las preguntas clásicas y la intriga de saber que hay en tu cabeza. Ya no quiero ser un cadáver viviente. Vuelve a acomodarlo, regrésame la vida y mi sonrisa. Devuélveme aquello que solía ser.
Hoy no, hoy quiero seguir sintiendo tu espacio vacío en mi pecho, tal vez mañana decida comenzar de nuevo... sí, tal vez mañana sea el día.
Hoy no, hoy quiero seguir sintiendo tu espacio vacío en mi pecho, tal vez mañana decida comenzar de nuevo... sí, tal vez mañana sea el día.
Comentarios
Publicar un comentario