Ir al contenido principal

Mi vida sin ti (Parte III)

Te rogué tantas veces el que me permitieras luchar por los dos, te suplique un intento, te implore darme una última oportunidad, iría hasta donde te encontrabas para revivirte, enviciarte una vez más. No tenía idea de cómo lo lograría pero estaba dispuesto a correr tras de ti, pero tú simplemente dijiste -No hay nada que hacer, se terminó. Lamento que tenga que ser así-.

Hoy, aún guardo el escalofrío que sentí aquella ultima noche que me obsequiarse el sonido de tu voz mientras mi cuerpo helado se cuestionaba el porqué se habrían terminado tus ganas de romper el viento con tus preciosas alas. ¿Porqué decidir irte con una historia inconclusa? ¿Porqué ser tan injusta y abandonarme con los sueños, los planes?

Mis días eran terribles, el no poder siquiera hablar acerca de la guerra que daba lugar en mi cabeza por temor a ser observado. Señalado por aquellos que un día me admiraron o hasta envidiaron.
Es tan complicado intentar pasar desapercibido mientras se sufre, porque inclusive el dolor te distingue ante las miradas.

Fotografía: Reed Angelo
No sabía cómo encontrarte, te habías encargado de eliminar todo contacto, pero un día, como esas cosas que uno jamás buscan pero llegan por cuestión del destino, una de tus amigas me contó aquello que no esperaba saber. No podía creerlo, tenía que verlo con mis propios ojos y así, después de tanta desesperación, ella misma me ayudó a cumplir mi capricho. Autoflagelarme a placer. Dolió verte mientras mirabas diferente con sus manos al rededor de tu cintura, justo como yo solía hacerlo mientras te sentías amada con esa sonrisa perfecta que hacía correr hasta donde te encontrabas en cualquier instante, fue un golpe de realidad y confusión hiriente a la vez. Toparme con la galería de mágicos momentos con tu nuevo amor.

Fue injusto encontrarme nuevamente hundido detrás de tu risa, un millón de ideas agotando a mi pecho, me quedo conmocionado. No conozco el camino a la siguiente etapa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amor ficticio.

​ Te vi ahí, tus hermosos ojos jugando con mi atención desvariando ante esa dulce sonrisa, no he comprendido aún por qué deseaba tanto conocer más de ti, sólo entiendo que he perdido la razón esperando una muestra de interés, no llegará jamás. Estás hundido en los pensamientos mezquinos, los cuales anhelaba no nos dañaran tanto al inicio de nuestro cuento de amor. Amor mediocre. Quiero confesarte que no he probado labios más perfectos que los tuyos y no, no exagero, podía decírtelo de frente pero ya no tendría ningún caso el seguir detrás de ti, esto no me llevará a ningún lugar. Me venciste, te seguí a ese túnel oscuro sin destino, aquí me encuentro, escuchando las pocas frases que eres capaz de regalarme y está lloviendo, no me proteges, esto no te interesa. Sigo alimentando mis ganas de besarte otra vez, no quiero que te quedes, sólo mantente aquí hasta que me sienta lista para arrancarte. No eres el amor que soñé, pero sabes de la misma forma, así que quiero

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju

Gracias por soltar mi mano.

Las dificultades de la vida no tienen escala para medirse, no distinguen tiempo o espacio, nos nublan la vista y llegamos a pensar que nada de aquello que creíamos era "lo bueno" regresará a nuestra realidad. Sin embargo tenemos dos opciones sencillas, continuar en el mismo camino aunque duela y permanezca la molestia en nuestro entorno o movernos eternamente hacía otro desconocido pero posiblemente mas prometedor. Sinceramente hasta hace algunas semanas no comprendía el porque me abandonaron en el camino, llena de sueños con aquel libro escrito, repleto de mentiras. Pase por todas las etapas del duelo, que comprendo fueron normales para llegar al lugar donde me encuentro hoy: Negación: Recuerdo aún esos días, las manos heladas, noches de insomnio junto con todas aquellas cuestiones rondando por mi cabeza, despertando por la madrugada exaltada sin nada que evitara el llanto que horas después terminaba por arrullarme. No lo entendía y me aferraba a qu