Ir al contenido principal

El amor de mi vida.

Foto: Flilippo Ascione
Te he imaginado muchas veces e inclusive te confundí con varios rostros, meditando que la búsqueda al fin había terminado. Hubieron noches de suspenso en donde pensarte era mi más cálido hábito, tuve días extraños en los que te culpe por el tiempo perdido, en los que alegaba a mis viejas enseñanzas por crearte y elevarte al horizonte.

Te quiero regalar mi corazón completo, quiero estar lista para cuando decidas llegar, pues ahora aún me siento herida, mis entrañas siguen revueltas entre la confusión intermitente.

Anhelo que conozcas lo mejor de mi, incluyendo mis defectos pues es lo que hacen de mi una mujer real, por esa misma razón considero estar preparada para esperar lo necesario, tengo fe de que llegará en el lapso indicado, no estoy perdiendo mi tiempo, estoy aprendiendo a ser la mejor versión de mí.

Sé que posiblemente ambos tengamos asuntos que resolver, por esta razón nuestros caminos aún no se han cruzado y que el tiempo posiblemente nos vaya acercando. Uno nunca sabe cómo encontrar a esa persona que se enamorará de tus buenos y malos ratos pero creo que todos lo hemos intentado al menos alguna vez sin éxito, ya no me da miedo caerme porque hoy entiendo que las caídas son golpesitos de realidad ante la confianza excesiva, ante la realidad trastornada, frente a la verdad que nos negamos a ver, ante los cuentos de hadas inexistentes.

Cada segundo en conjunto con las lágrimas y las preguntas sin responder, todo te lleva al mismo lugar, la visión concreta de la distancia que tenemos de nuestros objetivos, peleando ante la tenacidad de una felicidad fugaz que roza ligeramente la perfección. Tal vez nunca llegue, pero siempre estamos dispuestos a seguir buscándolo hasta que perdamos la razón. Nunca permitas que la necedad te robe la esencia, te hurte el tiempo o la conciencia.

Llegarás cuando el destino así lo dicte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gracias por soltar mi mano.

Las dificultades de la vida no tienen escala para medirse, no distinguen tiempo o espacio, nos nublan la vista y llegamos a pensar que nada de aquello que creíamos era "lo bueno" regresará a nuestra realidad. Sin embargo tenemos dos opciones sencillas, continuar en el mismo camino aunque duela y permanezca la molestia en nuestro entorno o movernos eternamente hacía otro desconocido pero posiblemente mas prometedor. Sinceramente hasta hace algunas semanas no comprendía el porque me abandonaron en el camino, llena de sueños con aquel libro escrito, repleto de mentiras. Pase por todas las etapas del duelo, que comprendo fueron normales para llegar al lugar donde me encuentro hoy: Negación: Recuerdo aún esos días, las manos heladas, noches de insomnio junto con todas aquellas cuestiones rondando por mi cabeza, despertando por la madrugada exaltada sin nada que evitara el llanto que horas después terminaba por arrullarme. No lo entendía y me aferraba a qu...

Si te quedas conmigo...

Sé que conoces la historia que antecede a  ti, tal vez la conozcas mejor que yo, posiblemente sepas lo difícil que fue retomar el vuelo.  Tu llegada tan sorpresiva, me incitó a desear seguir experimentando sentimientos mágicos que colorean mis recuerdos, me ayudó a sentirme más segura de querer caminar en esta dirección, puede que el temor no me ayude con esto, pero hoy ya no quiero ser tan realista pues tu aceptaste el reto... Siempre tan admirable. Si decides sentarte a mi lado, no prometo nada, pero podría comprometerme a robarte sonrisas ante la distancia y el tiempo. Deseo que esa decisión tenga un sinnúmero de razones por su existir, que tus manos congeladas siempre encuentren calor en las mías y tus brazos logren consuelo en mis días extraños durante las tardes frescas o fríos inviernos. Si eliges tomar mi mano, jamás juraré no soltarla, pues si es necesario tendré que dejarla a un costado para solo caminar junto a ti, sin que esto signifique esfumarme d...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...