Foto: Flilippo Ascione Te he imaginado muchas veces e inclusive te confundí con varios rostros, meditando que la búsqueda al fin había terminado. Hubieron noches de suspenso en donde pensarte era mi más cálido hábito, tuve días extraños en los que te culpe por el tiempo perdido, en los que alegaba a mis viejas enseñanzas por crearte y elevarte al horizonte. Te quiero regalar mi corazón completo, quiero estar lista para cuando decidas llegar, pues ahora aún me siento herida, mis entrañas siguen revueltas entre la confusión intermitente. Anhelo que conozcas lo mejor de mi, incluyendo mis defectos pues es lo que hacen de mi una mujer real, por esa misma razón considero estar preparada para esperar lo necesario, tengo fe de que llegará en el lapso indicado, no estoy perdiendo mi tiempo, estoy aprendiendo a ser la mejor versión de mí. Sé que posiblemente ambos tengamos asuntos que resolver, por esta razón nuestros caminos aún no se han cruzado y que el tiempo posiblemente...
Son esas cosas que no se pueden decir en voz alta.