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No es amor, es melancolía.

Foto: Mihail Ribkin
Ayer me acorde del pasado, de cómo jugaban sus manos con las mías, de las palabras eternas las que al final ya eran frías.
Fue un golpe de realidad que me congeló el cuerpo mientras iba recordando que para saber tu dirección, de vez en cuando debes voltear hacia atrás, fue cuando decidí hacerlo y me percaté que sigue ahí, aunque desee lo contrario siempre será el acompañamiento de mi historia, de la misma forma que él caminará con mi rostro grabado en la piel.

La vida nos cambió, podría decir que la sorpresa más grande fue para mi ya que soy ese tipo de personas que jamás prometería algo que no pudiera cumplir, soy frágil pero no cobarde, él logró destapar toda mi vulnerabilidad en un santiamén.

Hoy, mientras miro su rostro entre la neblina, quema el pecho y escucho el crujir al corazón, sin embargo, ya no hiere, se quedó sólo en pensamientos. Después, en cuanto me distraje con una mirada hermosa, se quedaron sólo rastros en mi memoria. 

Foto Kantemir Kertiev
Este día estoy consiente de que borrarte es casi imposible, que el pasado forma a las personas, las hace mejores. Las dudas arman el rompecabezas del duelo al que tanto evitamos entrar, que hoy me di cuenta que ese cosquilleo en mi estómago por fin se terminó, que las mariposas ahora vuelan a mi alrededor recordándome lo fácil que es escapar ante la inconsciencia de este aprendizaje tan cruel.
Pienso en ti, ya no todas las noches, a veces atraviesas con recordatorios en altavoz para ya no confiar ciegamente. Pienso en ti de mala forma también, deseándote aprendas de la peor manera, pronto se detiene, pronto me permito purificarme.

Recordar no siempre es vivir, también significa morir, regresar del abismo para lanzarte nuevamente, como si fuéramos adictos al dolor, las heridas sanan con el tiempo, con la paz interior. El corazón se reconstruye con alegrías y cálidas risas.

Mi aflicción finalizó, creo que al fin reencontré mi camino.

Comentarios

  1. Con este poema te conocí, llegó a mi justo cuando desbordaba melancolía. Lo leí tres veces como sí a quién pensaba me estuviera escuchado atentamente. Respiré profundamente, me esforcé en leerlo nuevamente pero ahora entendía lo que tus palabras buscaban. Sonreí y quería darte las gracias por compartirlo. Tomé datos para buscarte y decirte GRACIAS. Sin sonar trillado debo decirte que es un maravilloso escrito. La melancolía se iba poco a poco y ahora admiraba tus letras porque llegaron en el momento justo. Lo transcribí a puño y letra para sentirlo más activo, sentirlo vivo. Y la pregunta que ahora debo hacerte es: ¿puedo mostrártelo? Es la manera más sencilla en que puedo homenajear tus letras. Si tu me lo permites te lo haré llegar.
    Recuerdas la película "El cartero de Neruda" justo cuando el protagonista le dice al célebre autor "...la poesía es de quien la usa maestro..." ahora soy yo quien te lo dice.
    Éxito con tus letras.
    Que pases un excelente día.

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    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, no sabes que feliz me hace leer tus palabras. Un día decidí publicar tanto y tanto que tenía guardado pues ya no había mas lugar dentro de mi pecho, fue un tipo de auto terapia. Pensé que tal vez alguien podría estar sufriendo lo mismo que yo, quería decirle que si hay un camino, una salida. No hay nada mas lindo que saber que alguien esta ahí, sintiéndote.

      Te dejo mi correo para que puedas compartirmelo belierani@icloud.com

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