Fue ese gran día, aun tengo en la mente el recuerdo de esa
felicidad inmensa, esas lágrimas que expulsaba la incertidumbre de la nueva
etapa, contaba con un millón de expectativas que nadie sabía si lo lograría.
Y al fin sucedió, fue tan esperado y tan simple de explicar,
creo que grite de felicidad al reconocer
mi primer gran logro.
No me imaginaba siquiera de la increíble historia que
comenzaba.
Al paso de los años, las experiencias quitan un poco esa
emoción primeriza, el tiempo te vuelve
un tanto insensible y el sueño acumula cansancio que quita esa chispa de
sensibilidad, de inocencia.
Hoy se que tome el camino correcto, sin embargo aún queda un
gran espacio por recorrer, nuevas vivencias, otros lugares extraños, rostros
diferentes.
La vida son sentimientos encontrados, heridas profundas,
miedos, fallas también son los éxitos y sonrisas que te dejan sin respirar, son
largas caminatas bajo el frío o la lluvia, ante el inmenso calor de un hermoso
día soleado.
La vida es todo lo que corre mientras morimos de miedo a la
felicidad eterna.
Y en esta mañana helada sólo puedo confirmar que ésta vida
es la que elegí, que no cambiaría las lecciones aprendidas ni el dolor pues
gracias a todo aquello que me hirió en su momento hoy me provoca esas inmensas
ganas de ser feliz.
Está comenzando a salir el sol.
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