Mi sonrisa era impredecible, amanecí con una locura especial, tenía deseos de perseguir a mi futuro hasta abrazarlo por la espalda y disculparme por haberme perdido en el proceso de conquistarlo.
No necesito a nadie que defina que estoy bien o mal, el momento en que te das cuenta que contigo es suficiente es el mas valioso en la vida, pues ella te regala caídas para que despiertes de aquel sueño que pudiera oprimirte de la realidad.
Por fin me siento con los pies en el suelo, bendecida por la dicha de comenzar una vez mas. Si, algunos esperan muchos años mas anhelando encontrar aquel sentimiento que hoy me cautiva, supongo que soy afortunada por experimentar esta cruel coincidencia.
Por la mañana, cuando desperté, sólo pensaba en cosas extrañas que me hacen sonreír, he acumulado todas mis ganas para salir corriendo a respirar el aire frío caminando por el pasto húmedo que me dirige a aquel lugar donde decidí crecer, hoy el sol tiene un destello especial pues los días grises terminaron al fin.
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