Photo by Harman Abiwardani on Unsplash No se por que será que el corazón se aferra, que busca respuestas absurdas a lo que ya contestó hace varias heridas... Pareciera que me volví adicta al dolor, a la duda.Siendo sincera no se a donde me dirijo, antes tenía la idea de mi vida sin ti, era horrible comenzar a vivir de tal manera. Hoy no veo nada, estoy en blanco, no duele... Me refiero a nosotros, a ese dolor mortal, ya puedo respirar.Pero cada día sigo en el mismo pensamiento, dando vueltas y vueltas a las innumerables faltas a tus promesas, a ese humor cambiante, a la falta de decisión.Tomo la iniciativa, no dudo... jamás lo hago. No pienso, tal vez es el problema de mi necedad de tenerte como peor mal en mi vida.Hoy solo aspiro a que mi alma descanse por unos momentos, que pueda contemplar en mis sueños y las posibilidades de éxito que me esperan, en un camino sin ti.Todo este tiempo lleno de dudas, en el que solo importaste tú, para ti, para mi... donde ya hace mucho dejé de existir.En realidad no comprendo que es lo que me hace seguir esperando algo que no sucederá, porque me lo han dicho de manera sutil, de manera cruel también... pero nada pasa, pareciera que mi cerebro y corazón hubieran sido programados para amarte durante mi existencia.No vale la pena pues lo sabemos pero es inevitable, es tontamente contrario a mis deseos verdaderos.Sé que algún día todo esto terminará.
Las dificultades de la vida no tienen escala para medirse, no distinguen tiempo o espacio, nos nublan la vista y llegamos a pensar que nada de aquello que creíamos era "lo bueno" regresará a nuestra realidad. Sin embargo tenemos dos opciones sencillas, continuar en el mismo camino aunque duela y permanezca la molestia en nuestro entorno o movernos eternamente hacía otro desconocido pero posiblemente mas prometedor. Sinceramente hasta hace algunas semanas no comprendía el porque me abandonaron en el camino, llena de sueños con aquel libro escrito, repleto de mentiras. Pase por todas las etapas del duelo, que comprendo fueron normales para llegar al lugar donde me encuentro hoy: Negación: Recuerdo aún esos días, las manos heladas, noches de insomnio junto con todas aquellas cuestiones rondando por mi cabeza, despertando por la madrugada exaltada sin nada que evitara el llanto que horas después terminaba por arrullarme. No lo entendía y me aferraba a qu...
Comentarios
Publicar un comentario