Ir al contenido principal

Decidí ser feliz…

El tiempo es cruel, pero siempre tiene las respuestas a eso que inclusive nunca supiste cómo preguntar,  tengo ciertas limitaciones al imaginar un mundo mejor, sin embargo no me rindo, jamás me rindo.
Supongo que son las pruebas que un ser humano debe pasar para demostrarse a sí mismo que las caídas anteriores sirvieron de algo, que las cicatrices no son sólo huellas imborrables, sino que son expresiones del destino para auxiliarnos si llegamos a caer en lo mismo una vez más.
Existen un millón de razones para expresar eso que uno siente, aquello que nadie puede entender, porque posiblemente tú que lees esto te sientas igual que yo, entonces ya no soy una ilusa en medio del sufrimiento designado, sin palabras de aliento, ya no soy única en el camino que ayer parecía completamente oscuro, ya somos dos, o tres… O muchos que han callado, que han guardado todas esas palabras que hoy elijo gritar.
Sin duda podría asegurar que el miedo nos ayuda a crecer, a ver horizontes que no nos atrevíamos anteriormente, a dejar al destino ciertas decisiones, a permitir que los recuerdos regresen en forma de lecciones bien aprendidas.
Y siempre preguntamos: ¿cuál es el secreto de la felicidad? Pero no, no hay secreto. He aprendido que la felicidad no es una fórmula o un conjunto de situaciones precisas; la felicidad es una decisión.
Una decisión como lo es dejar cualquier vicio o comenzar un nuevo hábito, significa estar convencidos del deseo de llegar al lugar que soñamos, es levantarnos todos los días con una sonrisa aunque la mañana sea helada o extremadamente lluviosa, mientras evitamos que el tránsito o el llegar tarde al trabajo la opaque, es carcajear por simplezas o tomar la mano de quien amas sin necesidad de decir una palabra.
La felicidad se expresa con dar todo sin esperar algo a cambio. Posiblemente también en no reclamar, no alterarte o gritar ante algo que de fondo sabes que puedes controlar, pues se traduce en el tiempo,la paciencia.
Pero algo puedo confirmarte: La felicidad es un don divino que a todos nos fue otorgado, sin embargo como lo mencioné antes: Es tu decisión.

Yo ya lo decidí, es momento de ser feliz.

Foto: Bảo-Quân Nguyễn

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...