Ir al contenido principal

Siete más once


Fue como un momento de suspenso, no sabia que pensar he escuchado esa canción un millón de veces sin exagerar, me recuerda algo de el sentimiento y de lo fuerte que he logrado ser cuando no está mas. Mi sonrisa, mis palabras sencillas, cosas sin sentido, mi especial forma de besar, mis piernas encogidas sintiéndome tan segura y querida. 

Todo lo que se quedo después de aquel día, las dulces palabras a mi oído, tus manos húmedas y temblorosas llenas de verdades, de sueños... sueños que ya quemé y tiré por la ventana.

Soy tan débil como sólo él sabe, soy tan fuerte como he aprendido del momento, mostrando todos mis talentos para conseguir una sonrisa, una mirada coqueta que sea inspiración que llene de luz todo mi día.

El miedo en tu voz, el mirarte y no poder resistir con deseos de comerte a besos y cariños tiernos. Abre tus ojos, es la realidad... ¡toda la magia ha terminado!. Sólo quedamos tú y yo con todo aquello que somos incapaces de prometer, de ofrecer ante esta pobre realidad.

Las más hermosas palabras que escuché, siguen dando vueltas en mi corazón confundiendo la razón de seguir aquí, es cruel y tierno al mismo tiempo jugar con lo que nos queda estremeciendo ambos corazones, perdiendo la piedad, siendo egoístas y olvidando que esa frase no es mas que la introducción a la cruel verdad que nos viene opacando la fantasía.

Nos tenemos un al otro, atados a la misma pesadilla que  no me ha dejado despertar sin una lágrima. Extrañando, pensando qué pasará con lo que más amo en el mundo, sintiendo que ya no reconocerías el sabor de mis labios por causa de huellas ajenas que van matando poco a poco los recuerdos.

El futuro aún se ve lejano para mí, y está tan cerca con todas mis viejas ilusiones que piden a gritos mirar al cielo lleno de todas esas estrellas que no te niegan ese rayito de luz; pero yo sólo miro hacia donde te encuentras, aún no llego a la etapa de ver todas las oportunidades que perdí por la espera.

Pasos lentos, miedo y locura complementan esta historia

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...