Ir al contenido principal

Mis viejos fantasmas

Seguía temblando cuando me quite las sábanas del rostro, acaricie mis mejillas como lo solías hacer… Salieron otras lágrimas nuevamente.

Mi almohada seguía húmeda y al ver mi cama parecía que una guerra de sueños había ocurrido aquí.
Había papeles por doquier y se escuchaba muy bajita la canción que venía de mis audífonos, ayer me quede dormida en medio de esas letras que hablaban de mi historia o mas bien de aquel cuento que ya terminó.

Al verme al espejo, parecía como si no hubiese dormido en varios días, así que me disfrace un poco para poder disimular.
Remarque mis labios con tu sabor... un motivo más para arruinar el maquillaje, pero lo pude controlar, me puse los anteojos y me decidí ir a vivir un día mas.
Photo by Reza Shayestehpour

Todo me recuerda aquella sonrisa pícara que me hipnotizó aquella tarde cuando nos volvimos confidentes, aún tengo impregnado tu perfume y sigo guardando esa chamarra que olvidaste, estoy tan perdida en mis memorias que por las noches la abrazo pensando en ti.

Y pensar que hasta buscabas alguien que me hiciera feliz… ¿quién te dio esa tarea?, es humillante escuchar esas palabras de tu boca, sé que el camino correcto es odiarte, pero verte a diario me daña en lo profundo, es inevitable.
Deseo tanto que este dolor termine y tener el valor de arrancarte de mi ser, pues pareces sonreír tan natural, justo ahora decido salir y cuando voy caminando, es inevitable recordar tus manos heladas jugueteando con las mías, las horas perdidas abrazados sentados en el piso mientras disfrutábamos el paisaje, diciendo cosas que sólo tú y yo entendíamos.

Y es como un fuerte golpe que me aturde hasta dejarme inconsciente, la música elimina las voces de cualquier persona a mi al rededor y camino sin rumbo... ahí estás, carcajeando con tu nuevo amor, mientras yo con el enorme hueco en el estómago preguntándome por qué no podrías respetar un poco mi dolor, al menos unos días.
Pienso que si me detengo y regreso sería como permitirme derrumbar mi coraza frente a ti, así que decido enfrentar el sufrimiento de frente... justo cuando levantas la mirada ves una lágrima caer; No lo logre.

Tal vez debería dejar de jugar a ser valiente y comenzar a cerrar este ciclo, amarme tanto como deje de hacerlo cuando llegaste a mi vida. Me siento tan frágil, tan débil. Termino otro día y yo con tantas dudas estremeciendo mi alma.
Hoy desperté diferente, analizando la situación: Podría culparte por siempre, pensar que eres de lo peor, que arruinaste mi primer amor sin embargo, yo sabía perfectamente que me romperías el corazón, entonces la culpa ya no es tuya.

Se terminaron las dudas.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Una carta sin entregar

Foto: Álvaro Serrano Estoy escribiendo esto aun cuando ni siquiera estoy segura de llegar a enviarlo… Cerré todo camino posible para no regresara la historia inconclusa que compartíamos. Sin duda, a diferencia de hace algunos años, esta historia no tendrá una segunda parte en la que todo logre funcionar maravillosamente por un tiempo. Sinceramente, hoy no tengo idea cuanto duro -en realidad- la anterior. Me quedé con un puño de dudas sobre la veracidad de lo construido. Aunque... hoy ya no importa. Pensé en ignorarte, en idealizar que por fin puse punto final a algo que no hacía más que atormentarme en las mañanas al despertar. Mi corazón se siente muy tranquilo, tengo deseos infinitos de ser feliz pues atrevidamente aseguraría que lo seré inclusive más de lo que fui contigo. Hoy he aprendido muchas lecciones y deseo aplicarlas con la persona que llegue a mi camino. Y aun si esto no sucediera, pretendo amarme y ser feliz con lo que soy.  No pienso en que tú te si...

Un nuevo comienzo

Ya he aprendido que las palabras se derriban con los actos, que hay lágrimas que no se sienten, q ue hay recuerdos vergonzosos, recuerdos compartidos que nadie jamás podría borrar. Ya entendí que el tiempo es sincero, certero, no perdona ni da prórrogas ante las dudas o el miedo. Por fin comprendo que el amor se lleva todo, que lo transforma y que las anécdotas se guardan en el corazón para herirte de a poco en los momentos menos pensados. Ya razoné que un final te permite comenzar de nuevo, desde cero, desde nada como te atreviste al inicio aunque hoy la edad te asuste; robando el valor que un día te empujó a ser feliz cuando todo suena a estar en riesgo, así es la vida... Temeraria. Mi corazón es una esponja, a punto de reventar por tantas tormentas, debido a las palabras huecas, frases inconclusas, nubes siniestras. Hoy te pido: Exprímelo hasta dar lugar a esta nueva aventura, toma mi mano y lléname de sonrisas, llévame al cielo bailando hasta llegar a la luna, dame tu ju...

Enamorarte de mí.

Me gusta el fuego en tus ojos el frío en tus manos el silencio en tus labios. Me gusta el reflejo de mis pupilas en tu mirada dorada me gusta el aroma que desprendes al despertar. ¿Cómo es que podrías enamorarte de mí? ¿Cómo es que el tiempo fue tan corto que la vida y la lejanía, entre tanta gente, nos eligió para ser uno solo? ¿Qué hice para merecer el cielo en la tierra junto a ti? ¿Qué hice para que la distancia se acortará a centímetros y mis manos pudieran rodear tu cuello? Dulce contacto que dispara mi esencia cuando te encuentras cerca, tiempo y ganas, ganas de verte acostado junto a mí por las tardes de domingo. Frío tenue que se cuela por la orillita de tus labios mientras sonríes, vida alegre, risas y llantos que aclaman nuestra historia, nuestro encanto. El chocolate dispersado en pecas por encima de tu cuerpo, piel blanca que juega a engañarme sonrojada, tersa y amable que me permite tocarla por más intenso que sea el encuentro tus manos, dedos del...